Los medios de comunicación españoles son los menos creíbles de Europa, publicó en un informe la Universidad de Oxford.
Pocos periodistas se han parado a reflexionar sobre ello.
No he visto ningún desplante de los hoy ofendidos y, entonces sí, SUMISOS periodistas, sentados frente a una imagen que les despreció soberanamente, cuando Rajoy salió dirigiendose a ellos a través de un plasma, lo único que hicieron fue quedarse sentados y volver al plasma.
Para muchas personas, entre las que me incluyo, es obvia la animadversión que muchos medios vendidos, sobre todo televisivos, profesan a Podemos . Es tan vomitiva , a veces, que el exceso de repugnancia me ha ayudado a preferir leer un libro y pasar del televisor.
Y es verdad, mercenarios de la pluma hay, y no tanto los desconocidos que siguen a Podemos como los avezados de la desinformación, que ya no saben o han olvidado la razón de ser de su oficio: atenerse a la verdad.
Los periodistas, por lo general, no son libres -que se lo digan a Jesus Cintora o a Esther Palomera-, responden a los intereses de las empresas que financian sus medios de comunicación, son periodistas mercenarios o periodistas felpudos del poder.
En cualquier caso, Iglesias se podía haber ahorrado todo lo que se le viene encima si no hubiera dicho la verdad.
Por eso, como decía Gramsci, «la verdad siempre serà revolucionaria»
#Iglesiascontralaprensa