La decadencia de los partidos políticos

1.- EL ORIGEN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Los partidos políticos tal como los conocemos hoy día son producto de condiciones históricas particulares de cada región del mundo y son causa de la modernización de los sistemas políticos según argumentan sus defensores.

Dichos partidos políticos aparecieron para realizar algunas  tareas comunes en una amplia variedad de sistemas políticos en las distintas etapas del desarrollo social, político y económico, ya sea en una sociedad libre o bajo regímenes totalitario con el fin organizar la opinión y establecer las relaciones con los centros de poder gubernamental, proceder al reclutamiento de  sus seguidores y establecer el liderazgo entre otras funciones. Los  partidos políticos ponen de manifiestos  que las masas ciudadanas deben ser tenidas en cuenta por la élite política con el fin de conseguir objetivos que no convergen normalmente con los de la masa social, sino con la de un reducido grupo hegemónico.

Su desarrollo se inició a principios del siglo XVII en el Reino Unido más tarde durante la Revolución de 1789 con el fin de controlar el poder político y este desarrollo tiene su auge en los parlamentos y el sufragio universal.

Las crisis políticas internas que las naciones han experimentado durante el período en el que los partidos políticos se estaban formando, tres son las más sobresalientes en su impacto en la formación de partidos: la legitimidad, la integración y la participación.

Para no alargarme demasiado dejaré aquí la descripción del origen de los partidos políticos y pasaré a hablar de sus defensores y detractores,  dejando el siguiente enlace para el que quiera profundizar en el tema.

http://politicaromantica.blogspot.com.es/2013/04/el-origen-y-desarrollo-de-los-partidos.html

2.- DEFENSORES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS.

He aquí una lista de algunos defensores de los partidos políticos siempre más o menos ligados al sistema capitalista o la clonación posterior en neoliberalismo salvaje. Estos son defensores de las democracias representativas que, por cierto, de democracias no tienen nada, como estamos viendo en todo el mundo occidental.

Los defensores del estado de partidos fueron entre otros Richard Thoma (1874 – 1957 profesor de derecho público alemán), Hans Kelsen (1881 – 1973 Jurista y filósofo austriaco de origen judío) y Gustav Radbruch (1878 – 1949 Jurista alemán, Ministro de Justicia y profesor de filosofía del derecho), Maximilian Carl Emil Weber (1864 – 1920) fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública.

Sus argumentos en defensa del estado de partidos se basan en que son imprescindibles para la modernización de los estados y el mantenimiento de las democracias representativas, algo que no es cierto, pues antes de la aparición de los partidos políticos había vida en el planeta, menos corrupción y menos podredumbre de la que hay en el mundo actual, especialmente en Occidente.

Lo que ocurre es que un estado de partidos es de gran interés para el neoliberalismo a fin de controlar a las masas, manipular la Justicia hacerse con el poder económico y amordazar a la ciudadanía.

Quizás uno de los mejores representantes de esta corriente sea Maximilian Carl Emil Weber.

http://pendientedemigracion.ucm.es/info/kinesis/weber.htm

3.- DETRACTORES DE LOS PARTIDOS POLITICOS

Entre los detractores del estado de partidos se encuentran Simone Weil (1909 -1943 filósofa y escritora francesa), Otto Koellenreuter (1883 – 1972 abogado, Juez y profesor de universidad), Karl Schmitt (1888 – 1985 Filósofo Jurídico alemán),  Heinrich Triepel (1868 – 1946 Jurista alemán, filósofo y profesor de derecho), Herhard Leibholz (1901 – 1982 Jurista alemán, y magistrado del Tribunal Constitucional Alemán) y el español Manuel García-Pelayo Alonso (1909 – 1991 fue un jurista y politólogo español que presidió entre 1980 y 1986 el recién creado Tribunal Constitucional de España). El que esté interesado en el tema aquí tiene donde entretenerse.

De todos estos detractores del estado de partidos yo siento un gran respeto por Simone Weil y Manuel García-Pelayo Alonso.

Simone Weil debe ser considerada una de las grandes filosofas del siglo XX, tocó casi todos los palos con un raciocinio impecable. Tuve un profesor que me hizo leer varias de sus obras hace 40 años, entre ellas “Carta a un religioso”, “la torpeza y la gracia”  y “Notas sobre la supresión de los partidos políticos” y tengo que decir que me impresionó la capacidad  y la claridad de ideas de esta gran señora. Es increíble lo que llego a escribir en su corta vida y la calidad de sus escritos. Este año pasado he estado leyendo de nuevo aquellas obras y he comprado un par más. Lo más importante de la obra de esta señora es que cuando empiezas uno de sus escritos lo tienes que terminar. Te atrapa en temas que con otros autores te aburren y termina el libro en la papelera o acumulando polvo en una estantería.

 

Se puede decir que Simone Weil fue una trotamundos y en el 1936 vino a España para luchar en el bando republicano. Ella creía firmemente que la República española era el paraíso de la libertad y de la democracia.

http://www.culturamas.es/blog/2015/04/05/simone-weil-sobre-la-supresion-general-de-los-partidos-politicos/

Manuel García-Pelayo Alonso fue el primer presidente del Tribunal Constitucional Español y en su libro “El estado de partidos” ya indico, con todo detalle, en 1986 que los regímenes democráticos puede evolucionar  hacia estados de partidos y que un estado de partidos no es más que una forma oligárquica de gobierno en la que unos pocos partidos políticos se hacen con el poder en detrimento de la libertad, la calidad democrática y la representación. Se caracterizan por la deficiente separación de poderes, una financiación pública y se convierten en órganos funcionales del estado terminando sumergidos en la corrupción debido a la falta de control y la ausencia de separación de poderes.

El presidente de un partido y el presidente de gobierno tienen en España un poder que no le corresponde que le permite nombrar el gobierno, crear leyes y decretos, crear las listas de los diputados de su partido y nombramiento de infinidad de instancias gubernamentales, parlamentarias, económicas, judiciales y de medios de comunicación que terminan corrompiéndolo todo lo que desemboca en una cleptocracia generalizada. El estado de partidos se desentiende de sus representados y se dedica a defender instituciones que persiguen, ante todo, sus propios intereses.

https://www.lacavernadeplaton.com/articulosbis/estado1314.htm

4.- EL ESTADO DE PARTIDOS ESPAÑOL

Ahora que he hablado del nacimiento de los partidos políticos, sus defensores y detractores,  diré cuando se  desarrolló en España el estado de partidos.

El estado de partidos español se implantó tras la muerte de Franco argumentado poner en marcha la Transición hacia la democracia. Debido al miedo de caer en otra sangrienta contienda como la del 1936, se crea un consenso en el que todos los partidos de izquierda claudicaron y aceptaron la gran estafa, en gran medida pensando las poltronas más que en futuro de todos los españoles. A partir de allí, el terreno estaba abonado para plantar cualquier cosa y fue en el mandato de Adolfo Suarez cuando se crea el estado de partidos. Hay quien afirma que lo creo sin saberlo, que lo forzaron y que el Rey, Juan Carlos I, le quitó su confianza y las presiones le hicieron implantar el estado de partidos y después dimitir. Yo dudo que no lo supiera y me creo que una vez utilizado lo hicieron dimitir. Pienso que todo estaba muy bien orquestado y lo obligaron en contra de su voluntad, pero que cada uno saque sus propias conclusiones.

Guillermo Gortázar al que no se le puede acusar precisamente de izquierdista bolivariano dice textualmente: “Los presidentes del Gobierno han transformado la Monarquía parlamentaria en un sistema escasamente representativo. Es como si el peso del franquismo gravitara en nuestra democracia a pesar del mérito y las buenas intenciones de la Transición”.

Queda patente que no es un izquierdista bolivariano por su trayectoria y por su última sentencia del citado párrafo “… a pesar del mérito y las buenas intenciones de la Transición” como si el montaje de la Transición hubiese sido un remanso de buenas intenciones: fue una gran estafa impuesta con nocturnidad y alevosía.

Y no es que hayan transformado la monarquía parlamentaria en una escasa representación, es que la monarquía que es la que debiera haber dado ejemplo no lo dio. Ya conocemos muy bien la historia de los borbones. ¿Por qué iba a ser esta etapa borbónica distinta a las anteriores? Franco sabía lo que tenía que implantar en España para que tras su muerte él no quedara como el peor de la historia de España y quiso demostrar que los había aún peores que él, que sin fusilar a nadie, podía producir un genocidio más cruel y de más grandes dimensiones que el que había creado el mismo.

De cualquier forma es de agradecer que una persona de derechas como Guillermo Gortázar describa la tomadura de pelo y el fracaso que supone un estado de partidos y que reconozca la valía de Manuel García-Pelayo Alonso, quien advirtió en 1986, en su libro “El estado de partidos”, que el estado de partidos no es más que una forma oligárquica en que unos pocos partidos políticos acumulaban el poder en detrimentos de la libertad, la democracia y la representación, que la corrupción era el síntoma y el resultado de la carencia de controles y la división de poderes.

http://elpais.com/elpais/2016/02/22/opinion/1456168602_063252.html

Un poco más abajo, en su artículo,  Guillermo Gortázar hace referencia a otro libro importante, cuyo autor fue Francisco Javier Pradera Gortázar quien escribió en 1994 que los partidos ya no son representantes de la sociedad dedicados a defender los intereses de sus electores, sino instituciones autónomas que protegen ante todo sus propios intereses. Otro autor al que no se le puede acusar de Castrista, Chavista, bolivariano o asqueroso rojo marxista-leninista (véase su biografía) como acostumbran hacer esta banda de sinvergüenzas que han invadido las instituciones y las han saqueado arruinado a la población española para varias décadas. Ya todo el mundo menos los fanáticos mafiosos defienden el estado de partidos.

https://www.quedelibros.com/autor/46522/Pradera-Javier.html

5.- RESUMEN

Como los grandes detractores del estado de partidos criticaron ya desde su etapa más temprana, éstos no son más que el azote de la sociedad civil, un mal que la acaba destruyendo  como dijo Simone Wiel en su alegato Notas sobre la supresión de los partidos políticos:

“Cuando en un país hay partidos, de ellos resulta tarde o temprano un estado de hecho tal que es imposible intervenir en los asuntos públicos sin entrar en un partido y jugar el juego (…) Así, los que sienten la preocupación del bien público, o bien renuncian a pensar en ello y se ocupan de otra cosa, o bien pasan por el aro de los partidos. También en este caso le vienen preocupaciones que excluyen la del bien público.

Un convertido que entra en la Iglesia -o un fiel que delibera consigo mismo y decide permanecer en ella- ha visto en el dogma una verdad y un bien. Pero al cruzar el umbral (…) acepta en bloque todos los artículos llamados ‘de fe estricta’. Estos artículos, no los ha estudiado. Una vida entera no bastaría para este estudio, ni siquiera con un alto grado de inteligencia y de cultura, ya que implica el estudio de las circunstancias históricas de cada condena.”

En definitiva los partidos políticos son la lepra de la sociedad civil y el problema es que resulta imposible que se pueda poner remedio a esta lepra, que nos mata, sin empezar por la supresión de los partidos políticos.

Isidro Padilla

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