Hoy ya prácticamente todo el mundo que no ha sufrido un severo lavado de cerebro sabe que los partidos políticos son el peor cáncer de la sociedad civil, pero son esenciales para mantener las democracias representativas que buscan los privilegios de unos pocos sinvergüenzas, ladrones, mafiosos y genocidas. A esto es lo que se llama, hoy día, democracia en Occidente.
¿Por qué mueren los partidos políticos?
Lo primero que hacen los políticos cuando alcanzan el poder es manipular y secuestrar la Justicia para asegurarse la impunidad de todos los gerifaltes del partido que delinquen, que son la gran mayoría, pues de lo contrario no habrían escalado los peldaños para llegar a los puestos más altos de la pirámide. Los partidos políticos en las llamadas democracias representativas están formados, en el mejor de los casos, por sujetos sin escrúpulos seleccionados y empoderados por el grupo hegemónico y no son más que esbirros y sicarios del sistema corrupto, es decir, los matones del grupo hegemónico.
Todos los partidos de la Transición española han terminado sumergidos en la corrupción generalizada, hasta el punto que es una falsedad llamarles partidos políticos, son organizaciones peligrosas, sectas mafiosas al servicio del poder financiero y demás poderes fácticos, los ciudadanos a los que dicen representar sólo cuentan para que vayan a votarles: los sujetos al frente de estos partidos políticos han sido todos, salvo alguna honrosa excepción, unos mentirosos compulsivos y, sobre todo, unos viles traidores. Así que a la larga todos son rehenes de sus traiciones y del rechazo social. Sus malas artes las pudieron esconder durante mucho tiempo porque manipularon la Justicia, lo medios de comunicación y se rodean de esbirros y sicarios que pagaron con el dinero robado a la ciudadanía, pero llegó un momento, sobre todo cuando la crisis que provocaron fue tan profunda, que la indignación social les está quitando el respaldo. Algo que está siendo muy lento y doloroso porque la alienación social que han producido durante 40 años de franquismo y otros 40 de falsa democracia, ha destrozado muchos cerebros y no se podían percatarse de la vil traición a la que estaban sometidos.
Todos los gerifaltes de los partidos políticos terminan lo mismo, traicionando a su electorado, borrachos de falso éxito y enloquecidos por un fanatismo genético que les destroza el corazón y las neuronas. Sus dirigentes no son más que unos desgraciados sin escrúpulos, corruptos, mafiosos, carentes de principios éticos y morales y casi todos con instintos criminales y genocidas. Esta es la razón fundamental por la que mueren los partidos políticos, la avaricia, el fanatismo y la insolidaridad y, finalmente, la traición los convierte en gentuza repudiada por la sociedad civil. Cuando ya no pueden engañar a la sociedad civil dejan de ser útiles también para el grupo hegemónico y éste los abandona a su suerte.
¿Qué cuándo mueren los partidos políticos?
La vida de un partido político puede llegar a ser muy larga y crear mucha miseria y sufrimiento a la sociedad civil, dependiendo del poder y la miseria ética y moral del grupo hegemónico que lo sustenta. Si revisamos la historia de los bipartidismo europeos y americanos rápidamente nos daremos cuenta que es el sistema político más apreciado por el capitalismo, como ya hemos indicado más arriba. Un sistema de dos partidos mayoritarios que se alternen en el poder haciendo ver que son adversarios cuando en realidad son cómplices, proporciona una gran estabilidad política que el sistema capitalista utiliza para saquear las instituciones de los estados y los bolsillos de las clases medias de la clase trabajadoras más desfavorecidas. Es muy fácil sobornar a un par de grandes partidos con cierta complicidad ideológica, pero muy difícil cuando el espectro político estás fraccionado varias ideologías divergentes. Es el ciclo que se repite, una y otra vez, a lo largo de la historia del capitalismo, el de los dos grandes partidos con cierta proximidad ideológica. El bipartidismo es la opción que siempre intenta lograr cualquier mutación que brote del capitalismo.
Los partidos políticos mueren cuando se agota la etapa de explotación capitalista y hay que proceder a una nueva etapa que consiste en una nueva mutación, una nueva engañifa, una nueva estafa masiva bien planificada. Son muchas las mutaciones que ha producido el capitalismo para seguir robando a la clase que realmente ha producido riqueza y sostenido los estados con sus impuestos que no es otra que la clase media y la clase trabajadora más desfavorecida. Estas mutaciones es lo que Antonio Gramsci llamaba la revolución pasiva del capitalismo. Muere una etapa del capitalismo, se lleva por delante a los partidos políticos corruptos existente, pero sus dirigente siguen gozando de impunidad para crear nuevos partidos al servicio de los poderes fácticos. Los nuevos partidos serán de las mismas características: con dos pieles, una externa de cordero y otra oculta de hiena que sólo veremos cuando se esté agotando la mueva etapa de explotación y el descontento social obligue a otra nueva mutación capitalista. Así muere y se reproducen los partidos políticos, cuando ya no le son útiles al capitalismo salvaje. El ciclo se volverá a repetir y el capitalismo seguirá creando estragos, genocidios y la destrucción del planeta.
¿Y cómo mueren los partidos políticos?
Los partidos políticos mueren como lo que son, como organizaciones traidoras a la mayor parte de la sociedad, como entes que traicionan a su electorado, a todos aquellos que los mantuvieron en el poder creyendo que velaban por sus interese. Cuando ya no son útiles al grupo hegemónico corrupto, éste los abandona a su suerte y la ciudadanía indignada, aburrida, vejada y despojado de cualquier atisbo de dignidad ya no aguanta más presión y toma la calle provocando un estallido social que los políticos ya no son capaces de parar. Los partidos políticos mueren porque reciben el desprecio más absoluto, de los de abajo primero y de los de arriba después. Generalmente mueren como un conjunto de miserables de traidores envueltos en una bandera que pisotearon y llenaron de mierda de tanto usarla para tapar sus miserias.
En el caso español la mutación neoliberal del capitalismo está dando sus últimos coletazos y los partidos de la Transición están ya condenados a la extinción. El primero que cayó fue CiU, el partido político más corrupto de toda la historia de Europa junto con el PP y el PSOE. Después vino IU partido que ha caído más que por corrupto, por tener unos dirigentes mediocres y vividores de la mamandurria. Ahora se hunde el PSOE, el partido del régimen, el partido más importante para el grupo hegemónico, sin este partido el grupo hegemónico no mantiene sus privilegios. De ahí que miedo que les invade y la máquina del fango que han puesto a pleno rendimiento contra Unidos Podemos el único partido que está sacando la mierda que acumulan bajo las alfombras. La caída del PSOE supone la caída del bipartidismo de forma definitiva y la caída del bipartidismo supone la caída del sistema corrupto y la búsqueda de un nuevo proceso constituyente que acabaría con la monarquía borbónica y el miserable posfranquismo.
Cuando caiga definitivamente el PSOE (esto dependerá mucho de la capacidad que tenga Pedro Sánchez de dividirlo y llevarse la mayor parte de sus votantes), al PP le quedan dos telediarios. Es otra muerte anunciada. Todas estas siglas están condenadas a desaparecer. Esperemos que sea pronto.